El proceso administrativo es un conjunto de fases o pasos a seguir para darle solución a un problema administrativo, en él encontraremos asuntos de organización, dirección y control, para resolverlos se debe contar con una buena planeación, un estudio previo y tener los objetivos bien claros para poder hacer del proceso lo más fluido posible.
Modelo de Fayol.
Previsión.
Se manifiesta a través de un programa de acción, o sea la linea de conducta a seguir, los medios que se han de emplear. Es una especie de cuadro hacia el futuro en el que los acontecimientos próximos están vislumbrados con cierta claridad. Este programa de acción se encuentra asegurado en primera instancia con la definición del objetivo.
El programa de acción se basa en:
a) Los recursos de la empresa.
b) La naturaleza e importancia de las operaciones en curso.
c) Las posibilidades futuras; y, en parte, de las condiciones técnicas, comerciales y financieras.
La acción directiva debe ser
continua; el programa debe ser bastante flexible y preciso.
Organización.
Esta etapa del proceso administrativo proporciona todas las cosas útiles al
funcionamiento de la empresa y puede ser dividida en organización material y
organización social. Analiza y estudia cada uno de los niveles
jerárquicos, su función y su método de trabajo. Así mismo podemos decir que las cualidades y conocimientos deseables en todos los grandes jefes de empresa
son los siguientes:
1. Salud y vigor físico.
2. Inteligencia y vigor intelectual.
3. Cualidades morales: voluntad reflexiva, firme, perseverante; actividad,
energía y, si hay lugar a ello, audacia y valor para las
responsabilidades; sentimiento del deber; preocupación por el interés
general.
4. Sólida cultura general.
5. Capacidad administrativa: habilidad para articular programas de acción,
parte de manejo de hombres, armonía de actos, nociones generales de
todas las funciones esenciales.
Dirección.
Conduce a la organización a funcionar, su principal objetivo es alcanzar el máximo rendimiento a todos los empleados en el interés de los aspectos globales. El arte de dirigir se basa en ciertas cualidades personales y en el
conocimiento de los principios generales de la administración. Se manifiesta tanto
en las pequeñas como en las grandes empresas.
El jefe encargado de una dirección debe:
1. Conocer a fondo su personal.
2. Eliminar a los incapaces.
3. Estar bien informado en cuanto a los acuerdos que obligan al negocio
y a sus empleados.
4. Dar un buen ejemplo.
5. Conducir inspecciones periódicas del cuerpo social ayudándose con
cuadros sinópticos (cartas organizacionales).
6. Reunir a sus principales colaboradores en conferencias en que se
prepare la unidad de dirección y la convergencia de esfuerzos.
7. No dejarse absorber por los detalles.
8. Promover en el personal la iniciativa y el empeño.
Coordinación.
Armoniza todas las actividades del negocio, facilita el trabajo y sus resultados.
Sincroniza cosas y acciones en las proporciones adecuadas y adapta los medios a
los fines. Es importante generar
juntas periódicas (semanales o quincenales) con el fin de no simplemente
utilizarlas como un medio de crear los planes de trabajo, sino de escuchar y
resaltar todo lo bueno y malo que sucede dentro de la empresa.
Control.
Consiste en una verificación para comprobar si todas las cosas ocurren de
conformidad con el plan adoptado, las instrucciones transmitidas y los principios
establecidos. Su objetivo es localizar los puntos débiles y los errores para
rectificarlos y evitar su repetición. Se aplica a todo: a las cosas, a las personas, a
los actos.
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