La planeación implica crear el futuro desde el presente con una visión prospectiva, es decir como una prolongación de éste y comprende por lo tanto
el establecimiento anticipado de objetivos, políticas, estrategias, reglas, procedimientos, programas, presupuestos, pronósticos, etc.
Dicho de otro modo, dentro del sistema integrado por las funciones generales de la dirección, la Planeación es el la que marca el derrotero que tomarán las acciones gerenciales; es decir, las metas que se propongan mediante el proceso de planificación, condicionarán la forma y orientación del ejercicio de las restantes funciones que conforman el Ciclo Administrativo, así lo refrenda Fernández Arenas cuando asegura: “La planeación es el primer paso del proceso administrativo por medio del cual se define un problema, se analizan las experiencias pasadas y se embozan planes y programas”
La planeación consiste en elegir un curso de acción y decidir por anticipado qué es lo que debe hacerse, en qué secuencia, cuándo y cómo. La buena planeación interna considera la naturaleza del futuro en el cual las decisiones y acciones de la planeación se intenta que operen, así como el periodo en curso en el cual se hacen los planes.
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